jueves, 22 de mayo de 2008

RETALES [DE VIDA] [y 2]


Un rastro de mecánicos y obreros de la construcción sigue a una rubia fea que escogió una falda corta para disimular las carencias de su belleza. En su rostro se delata cierta urgencia clandestina, mientras los hombres piensan en tantas cosas, no en su cara, no en sus sentimientos.

Preparo la comida y el aceite dibuja un rostro en la sartén. Un rostro que pronto se desdibuja.

Hay perros que sacan a pasear a sus dueños, hay perros sin dueño, hay perros sin dueño con cara de ensueño por tener dueño.

Hay muletas de color amarillo. ¿Quién diseñó un artilugio de ese color que parece resaltar el defecto del que la lleva ?

Hay profesores de alemán caminando con paso marcial, en grupos de a 2, por una bella y evocadora calle de la zona alta. Ante el espejo de un club de alterne, la única mujer del grupo no puede evitar girarse y mirar… o mirarse.

Fragmento de conversación de móvil en la Rambla: “No olvides que ha subido el voto del PP”. Crear confusión en el poder, dinamitar su posible unidad repartiendo el voto puede ser positivo por lo que tiene de aviso, de consejo, de crítica. Pero no imagino escenas más zafias que las que se pueden producir mientras los representantes del pueblo hacen sus cábalas para repartir ese poder fragmentado. No me cuesta nada imaginarlos vendiendo a su madre, comprando puestos, cambiando de ideas, renunciando a principios, curando los males de otros con el bálsamo de la falsa complicidad, sudando por la noche y despertando en medio de ella, para buscar debajo de la cama esos fragmentos de poder que completen su estampa, que aseguren su trozo del pastel, que les permita convivir consigo mismos…

Hay una mujer, extranjera, llamativa, rubia, alta (aunque no demasiado guapa), inglesa probablemente, extranjera al fin, paseando por una calle céntrica de Barcelona, del brazo de un hombre alto (aunque no mucho más que ella), calvo, fuerte, extranjero al fin. En un momento de euforia desmedida e inédita, justo al rebasarlos, ella grita con voz de borrachuza (aunque son las tres de la tarde), alto y claro:
-I love this city!!!

Dos dependientes de una gran superficie conversan:
-Para dónde vas luego?
-Voy para Sants
-Ah, para Sants, es que he pensado que podríamos ir juntas pero…
-…
-Es que ya sabes, como nos caemos bien, como hay buen rollo, he pensado que podríamos ir juntas, al menos hasta la estación…
-…
Cuanta inocencia sincera en tan sólo un par de frases.

Dos inmigrantes de origen magrebí en Balmes con Gran Vía:
-Es que el próximo tren sale a las “disset i vuit” y si lo perdemos ya no hay otro hasta las “dinou i quinze…
Toma integración bilingüe.

En un restaurante íntimo y silencioso, una camarera se acerca a saludar a un cliente y otra de sus compañeras se acerca a atenderlo:
-Comerás sólo?
-Bueno…no
La camarera mira la silla vacía enfrente del cliente y con cierta sorna dice:
-Y que querrá tu amigo invisible?
El cliente, ruborizado, esboza una atractiva media sonrisa y replica:
-Bueno… es que…
La primera de las chicas le pisa la frase:
-…comerá conmigo, cuando acabe el turno.
-ah- la otra chica se retira entre avergonzada y…celosa.

martes, 13 de mayo de 2008

RETALES [DE VIDA]


Señores de cierta edad parados delante de coches que no arrancan o de los que han perdido las llaves o la valentía para llevarlos, observándolos como si con ello dejaran escapar los últimos resquicios de su alegría de vivir.

Una madre –ya no tanto como su madre lo fue pero aún- joven escucha a su bebé –ya no tan pequeño- balbuceando el idioma del futuro e intenta comprender algo y avisarle de que el tiempo lo abrasará cuando ella ya no pueda protegerlo.

Estadísticas jamás publicadas dirán que los badulaques de mi ciudad gestionados por paquistaníes pierden un 60% de ventas, debido a las recientes detenciones de compatriotas suyas relacionadas con atentados suicidas jamás cometidos.

El grupo británico Radiohead consigue que media Humanidad los escuche o hable de ellos por, como diría Leonard Cohen, “trying to change the system from within”. En estos tiempos oscuros, ¿ el tuerto es el rey ?

Una profesora británica que, ejerciendo en Sudán, permitió que un alumno suyo llamara Mahoma a un peluche y fue expulsada del país por ello, quiere ahora demostrar que Dios es como un peluche en manos de la Iglesia.

Por desgracia, la posibilidad de una isla a la que alude el escritor francés Michel Houllebecq en su último libro, se ha convertido en otra de esas cosas que sólo los ricos se pueden pagar. Mientras, en las ciudades, se hace cada vez más imposible hacer realidad la metáfora porque el amor se esconde bajo el bullicio y esta extraña soledad multitudinaria en la que habitamos no permite hacer fluir los sentimientos con naturalidad.